“EL MÁSTIL LIBERADOR”
Relato breve de Patricia Hart
La exactitud del motivo por el cual tomara esa
determinación, se pierde y desdibuja, pero sí guarda estrecha relación con las acostumbradas
prácticas de abuso de autoridad a las que las sometía sistemáticamente.
La escuela estaba vacía y silenciosa. La Madre Directora y las otras
monjas se habían retirado al sector de los claustros.
El patio, enrejado y con las puertas de acceso cerradas con
cuatro candados, no eran lo que se dice un pasaje a la libertad.
Las adolescentes, conversaban, reían o guardaban silencio,
distribuidas en grupos, bajo un sol vibrante, por lo que se despojaron de algunas
prendas de sus uniformes, algunas para aliviar el calor, otras, para
broncearse.
Así, un grupo quedó recostado, contra una de las paredes por
lo que veían con claridad en la pared de enfrente, al mástil, cuya bandera
flameaba a la altura del segundo piso, pegadita al aula de ellas, con las
ventanas abiertas.
Vaya uno a saber si las condiciones del grupo, que se caracterizaba por tener un
alto nivel intelectual, una envidiable preparación física, una osadía a toda
prueba y una imaginación poderosa o si sencillamente las movió el impulso vital
de lograr su propia liberación, el asunto es que treparon por el mástil, una
por una, llegaron a su aula, recogieron sus mochilas y silenciosamente, bajaron
por las escaleras y salieron por la puerta principal.
Teatro y Neurociencias
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