Teatro y Neurociencias
Una genialidad artística que afirma los paradigmas de la evolución.
¿Un nuevo símbolo a adoptar?
De Patricia Hart
Derechos intelectuales reservados.
Esta máscara con tres rostros que expresan tres estados de ánimo diferentes, ha sido para mi, disparadora de algunas reflexiones.
Antes de entrar en tema quiero decir que en la imagen, la firma del autor figura en el margen inferior izquierdo, lamentablemente no he podido descifrarla. También he intentado infructuosamente de averiguar por la red si alguien sabía su nombre. Pido disculpas porque mi pesquisa no ha dado resultados y por no haber descubierto otra estrategia más minuciosa para lograr develar su nombre y escribirlo con letras mayúsculas. Digo, “con mayúsculas” para significar la magnitud del impacto que produjo en mi pensamiento. Por lo tanto solicito la colaboración de todos para disminuir mi ignorancia. Agradezco de antemano a todas las voluntades que se sumen al intento de develar el misterio. Dicho esto, entro en tema.
La tradicional máscara del teatro nos presenta dos rostros que nos muestran dos estados de ánimo diferentes, la alegría y la tristeza. El primero corresponde a la Comedia y el segundo a la Tragedia.
Desde hace siglo se viene usando como símbolo del Teatro, y por extensión a todas las Artes Escénicas.
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